
Esta noche nos dejó el Padre Alberto Pico. Fue párroco del Barrio Pesquero de Santander donde permaneció más de 40 años desarrollando una labor impagable de ayuda y dedicación a sus vecinos. Es casi imposible encontrar a alguien, sea de la ideología que sea, que no hable bien de él.
Hoy en la ciudad y sobre todo en «su barrio» se suceden los comentarios de recuerdo y tristeza por su fallecimiento. También en las redes sociales y foros hay un constante fluir de comentarios con anécdotas y gran sentimiento por su pérdida.
Descanse en Paz.